Se cayeron las mascaras...

12.3.09

Me contaron un sinfín de historias.
Y yo quiero creer que no creí ninguna, pero no me puedo engañarme, se bien que creí todo lo que me dijeron.
Incrédulo, ¿lo soy realmente?, no, no, quiero creer que es así, pero la única verdad es que soy un iluso, creo en todo lo que me dicen.
Confío mucho en la gente.
Confianza, a veces es solo eso lo que necesitamos y no lo tenemos.
Necesitamos que nos crean, que crean que vamos a poder salir adelante.
Que crean en nosotros, y en nuestro poder de decisión y nuestra fortaleza.
Pero así como nadie me dio confianza, tu solo me diste mentiras.
Y yo me alimente de ellas, fueron mi sustento, fueron mis ganas de vivir.
Ahora que me doy cuenta, esas mentiras fueron mucho más para mí, de lo que pueden ser ahora tus verdades.
Ahora se como eres realmente.
Ese antifaz que te cubría cayó, y puedo ver tu cara como realmente es.
¿Y sabes qué es lo peor?
Tu sinceridad me seduce cada vez más.
TU, fuiste eso que me daba fuerzas para levantarme cada mañana, para aguantar la rutina que cansa, que molesta, que satura, todo el día, todos los días.
Fuiste ese toque de color en ese mundo gris que me invadía.
Pero, no, estoy hablando de un pasado, que también es mi presente.
Siges siendo todo eso y más, eres mi obsesión, mi dulce condena es amarte.
Amar a una mentirosa, amar a una experta del engaño, la maestra del disfraz, de las palabras sin sentido, de la farsa y la apariencia.

120309.1229.

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