Un dia cualquiera

Jamás me había sentido tan bien.
Todos a mi alrededor notaban que había algo en diferente en mí.
Me sonreían y murmuraban cosas sobre mí, como si yo hubiera sido reemplazado por alguien diferente, pero idéntico a mí.
Algunos se preguntaban si me había cortado el cabello o si me había puesto algo en el rostro.
Otros aseguraban que había cambiado mi estilo de vestir, incluso unos decían que había conseguido por fin una novia.
Caminaba entre ellos y no pude evitar reír por toda la sarta de estupideces que escuchaba sobre mí.
No había nada diferente en mi, físicamente; pero tenían razón al decir que hoy era diferente.
Ella se había ido ayer y el simple recuerdo de ayer me producía una enorme satisfacción.
Por fin podía disfrutar de todo sin que ella y su maldita presencia me molestaran.
Nunca entendí que veían en ella, después de todo, era repugnante.
Continuaba caminando entre la gente, en los pasillos de mi colegio.
Era mediodía.
Nada podía arruinar mi humor, era demasiado feliz como para permitirles que me molestaran.
Incluso saludé a los idiotas que estaban perdiendo su tiempo, jugando fútbol.
Entre ellos estaba el capitán del equipo, jugando y sin ninguna idea de lo que le pasaría después.
Ellos me lanzaron miradas de incredulidad.
Reí más.
Otra vez recordé lo que pasó ayer.
Noté que todos a mi alrededor volteaban a mirarme, llenos de curiosidad.
No era frecuente verme reír, al menos para ellos.
Creían que tenía que reír como idiota todo el tiempo, pero yo solo río cuando lo considero necesario.
Y lo que pasó ayer era una ocasión para reír, para celebrarla.
Sus miradas curiosas se posaron en mí.
Estaba acostumbrado a ellas, pero no me importó.
Simplemente, continué caminando sin rumbo, sonriente, ignorando a todos.
Al notar que no les hice algún comentario, dejaron de esa curiosidad y me sonrieron.
Todos y cada uno de ellos.
Me irritó eso, son tan ingenuos.
Si una persona no actúa como suele ser, es porque algo pasó y se debe vigilar a esa persona cuidadosamente.
Ingenuos.
Si fuera ellos, desconfiaría de mí.
Si fuera… pero no soy y no deseo ser como ellos.
Entonces me di cuenta que mi humor se estaba arruinando.
No podía dejar que ellos me pusieran de malas.
No podía…Respiré profundo, tratando de olvidarme de ellos.
Traté de recordar el día de ayer, de sentir de nuevo satisfacción y alegría, de sentir euforia.
Me senté bajo un árbol frondoso, cerré mis ojos y me relajé lo mejor que pude.
Traté de traer el recuerdo de vuelta, de regresar al día de ayer.
Mientras lo hacía, sentí como me embargaba una sensación de paz, de tranquilidad.
Y sonreí. Me sentía mucho mejor, incluso mejor que antes.
Estaba solo, alejado de todos.
Solo bajo el árbol, sin nadie que me molestara...
No se cuánto tiempo estuve bajo el árbol, pero sentí que era hora de ir a casa.
Pero al abrir mis ojos, vi algo que no podía ser…240209.1208.